Aunque ayer fuera noticia la censura de Twitter en un país como Turquía (que aspira a entrar en la Unión Europea), sólo supone la reentrada de este país en un club desgraciadamente amplio. Desde el comienzo de su popularización, han sido frecuentes los conflictos entre Internet (un ámbito de libre difusión, debate e intercambio de información) y el poder político. Éste, que -no lo olvidemos- controla mediante a través de la regulación legal o de la gestión directa las infraestructuras de comunicación que posibilitan el acceso a Internet, ha optado en demasiadas ocasiones por solventar el conflicto recurriendo a…
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