Muchos nos dedicamos únicamente a escribir en medios digitales, es una nueva profesión que algunos no toman en serio, pero ser blogger es un trabajo de verdad.
Sí, cualquiera puede escribir. Sí, cualquiera puede abrir un blog. Pero, no cualquiera puede dedicarse a ello. Pasa mucho con varias profesiones modernas relacionadas con tecnologías que usamos a diario pero que pocos entendemos del todo, la tendencia popular es no tomarlas con seriedad, creer que son "pasatiempos" y que cualquiera puede hacerlo porque es muy fácil.
Por años he visto como se burlan de los community mangers y como muchos se niegan a llamar a esa práctica, una profesión. Esto pasa simplemente porque es algo nuevo, y porque todos podemos abrirnos una cuenta en Facebook y Twitter para compartir cosas con nuestros amigos o un montón de desconocidos. La cosa cambia cuando vas a representar una marca, o una empresa, o a una figura pública, las mismas normas simplemente no aplican, y saber la diferencia entre la audiencia de este tipo de entes y las de la cuenta de tu hermana de 18 años es básico para hacer un buen trabajo. Son relaciones públicas aplicadas en las redes sociales, así de simple.
De pasatiempo a profesión
Se puede aprender sobre algo sin necesidad de ser un experto o profesional, muchas personas dedican parte de su tiempo a diferentes intereses, y se convierten en aficionados. Por supuesto, hay cosas para las que hay limites, está como difícil que alguien pueda ser un ingeniero, abogado o médico aficionado; pero en el caso del blogger, cualquiera puede ser aficionado a escribir de vez en cuando en un blog y compartir sus opiniones con los demás. Esto puede crear en muchos la impresión de que es fácil.Que cualquiera pueda abrir un blog y empezar a escribir en 5 minutos no quiere decir que sea fácil dedicarse a ello.
Cuando estudiaba en la universidad empezaron mis días de blogger aficionada, y con cierta frecuencia escribía bobadas de adolescente en Blogspot. Para el momento en que me gradué y me tocó ejercer la profesión para la que estudié por 3/4 de una década, poco tiempo me quedaba para mi pasatiempo, pues me dedicaba a otra cosa.
Hace algunos años decidí que quería dejar aquella carrera, y probar suerte escribiendo porque es algo que disfruto mucho. Tuve suerte de caer en Hipertextual, donde desde el principio me golpeó la realidad de que de blogger profesional muy poco tenía, que cosas por aprender me sobraban y que haber escrito en un blog antes por hobby, de poco o nada sirve como experiencia cuando te quieres dedicar de verdad a esto.
Foto: Death to the Stock Photo
Ni basta con saber escribir, ni basta con saber bloggear
Que son dos cosas distintas de una misma cosa. Hay gente que escribe maravillosamente, que dan a luz un ensayo de 2500 palabras que te lees en un abrir y cerrar de ojos de lo interesante y bien redactado que está; pero si les toca tener que escribir todas las semanas, todos los meses, simplemente no tienen un pozo infinito de ideas de donde coger. Generar contenido en medios digitales también requiere de ciertos conocimientos técnicos relacionados con las brujerías de Google, la audiencia, los clics, las horas del día, los títulos, el atractivo social, y muchos etcéteras. También puedes saber mucho de lo último, pero escribir tan mal que no va a disfrutar leerte ni tu mamá.
Bloggear puede ser un trabajo y una profesión de verdad, y también un pasatiempo al que muchos se dedican solo en su tiempo libre.
Ser blogger profesional hoy en día, no es muy diferente a trabajar en un diario o una revista hace un par de décadas. De hecho es más difícil, la competencia es gigantesca, cualquiera puede hacerlo, cualquiera puede copiarte sin piedad, y nadie quiere pagar por leer en Internet.
Dedicarse a ser blogger requiere tiempo, disciplina, creatividad, disposición, hambre de conocimiento, tener la mente abierta a los cambios (lo que hoy funciona mañana no), paciencia, una armadura de hierro para no escuchar a quienes dicen que tu trabajo no es real , y un casco para protegerte la cabeza de los trolls y su comentarios de odio. No importa si nunca han escrito ni una tarjeta de invitación, mucha gente siempre creerá que puede hacerlo mejor que tu, aunque ni se moleste en intentarlo.
Puede parecer muy cómodo, sentarse a escribir sobre algo que ves en la tele, qué trabajo tan fácil. Pero, ¿Cuántos deciden escribir sus opiniones? ¿Cuántos invierten el tiempo en analizar algo y ponerlo por escrito? ¿Cuántos pueden hacer eso con frecuencia y atraer a un público constante? Realmente cualquiera puede ser blogger, cualquiera puede dedicarse a ello, es parte de lo bonito de esta ocupación que recibe a todos con los brazos abiertos. Pero, eso no quiere decir que sea un paseo por el parque, que no haya que invertir muchísimo tiempo, que no haya que aprender un montón, que no de trabajo, y que no tengamos derecho a cobrar por ello.
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