Ford quiere hacer de los coches de policía una oficina más segura y para ello está co-desarrollando junto a Telogis un sistema para monitorizar al vehículo y al conductor. El objetivo es reducir el número de accidentes y ahorrar vidas y millones de dólares.
La tecnología enfocada a la seguridad es uno de los campos que más evoluciones está recibiendo por parte de los fabricantes. Además, los grandes constructores tienen acuerdos con organismos públicos para crear los coches de policía, un tipo de vehículo que puede vivir una renovación completa gracias al proyecto que Ford y Telogis están co-desarrollando.
El proyecto se centra en monitorizar al coche para reducir el coste de mantenimiento y la responsabilidad municipal y poder defenderse de las quejas y litigos fomentando una conducción más segura, tranquila y respetuosa. Si bien el objetivo es ahorrar millones de dólares a los contribuyentes norteamericanos, la consecuencia será que se podrán salvar vidas y prevenir lesiones.
Hasta ahora, sino ocurría un accidente no se registraban los datos de las cajas negras de los coches de policía de forma habitual, tan solo como casos excepcionales. Ahora, con este proyecto, la monitorización será constante y la información recogida se enviará inmediatamente para ser analizada. Entre los datos que se podrán recoger se encuentran la velocidad, ubicación, la posición del pedal del acelerador, la aceleración lateral del vehículo, el par, los sistemas antibloqueo, el control de estabilidad y tracción, si tienen puesto el cinturón de seguridad, si son bruscos al volante, si la conducción es segura...
Este sistema se encarga de analizar todos estos datos y dar un aviso al conductor y/o realizar un informe sobre el tipo de conducción. Pero desde la marca quieren recalcar que no es un sistema de control para castigar a los malos conductores sino para educarlos y que mejoren su seguridad.
Y es que la principal causa de muerte de un policía es un accidente con un vehículo oficial por lo que una leve mejoría en la conducción puede reportar enormes beneficios, como menos fallecidos en accidentes de tráfico. Para que os hagáis una idea, en Estados Unidos mueren unos 55 policías al año por un incidente con un arma de fuego y por accidentes de tráfico la cifra aumenta hasta los 64.
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